jueves, 10 de mayo de 2018

Viento, Vapor y Acero Capitulo Cinco.

                           Capitulo V

                     Una celda oscura. 

Comenzaba a clarear el alba cuando como de costumbre dos guardias irrumpieron en la celda dando gritos y lo sacaron a patadas del mugriento jergon sobre el que dormia.

Mientras el hombre trataba de despertarse los guardias lo condujeron a traves de los entrincados pasillos del complejo hasta la habitación de la ducha. Una siniestra estancia con todas las paredes azulejadas. Una vez alli el tuvo que despojarse de sus escasas ropas mientras ellos se rien a carcajada abierta, haciendo chistes varios sobre sus partes.

En un momento dado uno de ellos abre una manguera y lo rocia con un potente chorro de agua helada. Esta asi un par de minutos, chorro tras chorro hasta quedar tiritando. Le devuelven la ropa y consultan la hora.

Tienen tres cuartos de hora hasta que su jefe se levante y desayune, como de costumbre. No deben desperdiciarlos.

Lo llevan a empujones a otra sala aun mas siniestra en la que destaca una soga colgando del techo en el centro. En esa cuerda le atan las manos, dejandolo casi colgado en el aire.

Entonces empieza el verdadero tormento.

Entre mofas e insultos comienzan a darle latigazos, bofetones tortazos y demas. Unos hombres le lanzan sal y vinagre en las heridas, provocando el jolgorio y las risas de los demas. Cuando su jefe pidio que le llevaran al prisionero se encontraban todos llorando de la risa. Lo desataron y lo llevaron a empujones a un gran salon.

Lo sentaron en una silla cerca de la cabecera de la mesa y le sujetaron las manos con gruesas sogas como de costumbre, aunque, en verdad nunca ha dado un solo problema. La habitación habia tenido en sus buenos dias un aire de nobleza y gloria, ahora estropeado por los numerosos objetos, libros y armas que se apilan contra las paredes sin orden ni concierto y para colmo llenos de polvo y mugre.

Entro entonces un hombre corpulento ataviado con un traje gris y un grueso cinturon de cuero del que penden dos revolveres plateados de cañon largo que mantiene bien a la vista de todos. 

Se sento en la cabecera de la mesa y uno de sus hombre le coloco delante una gran bandeja con varios platos de comida. Comenzo entonces a comer como un autentico animal, con las manos y a grandes bocados, llenandose la boca. Aquel hombre no pegaba demasiado bien con la decoración general de la sala. 

Era como un cerdo con un collar de oro.
-Bueno Ismael¿ Te esta gustando tu estancia aqui?- Pregunto con sarcasmo mientras devoraba una porción de pastel.
-Je, el servicio aqui esta fatal.
-Sabes que puedes mejorar tu rango aqui... es... es solo que tu no quieres.
-A difencia de ti y de los que te rodean yo tengo honor- dijo el preso armandose de coraje.
-Ja¿ Lo habeis oido? Que tiene honor dice- Comenzo a reirse a carcajada suelta mientras sus hombres lo imitaban con unas risas algo forzadas. Se puso completamente rojo por el esfuerzo e incluso dejo de comer- Tiene honor dice...- Rio hasta ponerse rojo y se seco una lagrimilla mientras tomaba aire de forma ruidosa- Pues disfruta de tu honor, amigo, porque es lo unico que te queda.
-¿ Bueno, y que pasa? Eh, ¿Que hay de malo en ello?- Lanzo una mirada intimidatoria a todos los presentes y reanudo su cabreado discurso- Antes me ganaba la vida honrradamente, no como vosotros piojosos marinos. Os dimos aislo y alimento y asi nos lo...

El jefe levanto apenas un dedo y uno de sus guardias alzo su fusil y golpeo a Ismael en la nuca con la culata. El pobre profirio un grito de dolor y trato de cubrirse la cabeza, temeroso de mas golpes mientras emitia leves quejidos.

El guardia mantuvo el arma alzada en el aire, lista para descargar otro culatazo, pero su jefe no hizo mas movimientos, limitandose a engullir la comida de nuevo.

Retornan a la habitacion de antes y continuan con el tormento de antes. Al mediodia, justo cuando los guardias del turno de mañana se van a descansar, aparece una mujer vestida de forma sencilla y humilde y le da un mendrugo de pan y una jarra de agua.

La mujer tiene cardenales en los brazos aparte de arañazos y otras heridas. Ismael no se atreve a mirarla siquiera, muerto de verguenza. Ella tampoco puede mirarlo.

El grupo de guardias del turno de tarde es un poco mas amable. Solamente le obligan a bailar desnudo y despues lo mandan de vuelta a la celda.

Una vez alli se desploma, agotado y dolorido sobre el jergon y comienza a sollozar en silencio. 

Siempre se pregunta si no estara mucho mejor muerto...

Es sencillo. Solo tiene que cabrear de mas a algun guardia y le pegaran un tiro, acabando con ese tormento de vida. Anque quiza sean listos y se lo piensen dos veces antes de matar a su lindo juguetito.

La duda lo corroe todas las noches.

Gira para apoyar la espalda en la pared y se queda mirando el techo de su conocida celda.

Entonces sus ojos se posan en el anclaje de los barrotes al techo. Un detalle que a pesar de llevar alli tres meses nunca habia visto.

Por sus ojos relampaguea, veloz, la esperanza.

Continuara . . .


 

jueves, 22 de marzo de 2018

Ha vuelto el Pregonero.



Bueno, lo primero y mas inportante disculpas por estas dos semanas de inactividad, pero, estoy en la epoca de exmenes y no tengo mucho tiempo para mis hobbies.

Pero esta semana rompemos la racha con un capitulo de Viento Vapor Y Acero. Y para la siguiente subire de La Singladura.


Un saludo a todos

viernes, 9 de marzo de 2018

Viento Vapor y Acero Capitulo Cuatro

                        Capitulo IV

             Costeando el Cantabrico.

Con un tiempo bueno y el viento inmejorable, el Winter Spirit corta con sus afiladas y esbeltas lineas el helado cantabrico. En la cubierta de proa, Luna se afana en trincar dos escotas para maniobrar las velas como Mirela le ha enseñado. Debe hacerlo deprisa para que el barco no pierda un apice de velocidad, y tambien para que su " Capitana" no le regañe. 

En dos dias ha aprendido mas que en toda su vida en Bragoña. Sus maestros privados nunca le habian enseñado a hacer un nudo llano... o un as de guia, ni siquiera las partes basicas de un barco y sus funiones. No tenia ni idea de por que se tenian que llevar esas velas y no las otras, o por que no ponian todas a la vez para correr mas. "Quiza las cosas no sean tan sencillas"- penso el dia anterior mientras Mierla le enseñaba las drizas de las velas. 

Su enseñanzahabia consistido en la etiqueta, la buena mesa y los modales. Aparte de las lecciones de politica y estrategia militar. Su padre queria que se convirtiera en una dama respetable y querida por todos. Ella odiaba todo aquello.

A popa, sentada en una pequeña silla plegable junto al timon estaba Mirela hojeando distraidamente un viejo libro.Llevar el timon parecia una tarea sencilla; visto desde la perspectiva de Luna, que cada dos por tres tenia que ajustar alguna vela. Mirela mientras tanto leia con los pies descalzos y estirados comodamente sobre la cubierta. A veces levantaba la vista del libro y; o bien consultaba el compas, o bien sus ojos se perdian en el horizonte buscando algo. De vez en cuando posaba su mano en la rueda y la movia con suaves y calculados movimientos para mantener el barco a rumbo.

Luna termino sus tareas en proa y fue a sentarse junto a ella, sorteando primero las " casmatas" de las ametralladoras. Al poco de llegar a su lado y justo cuando iba a sentarse, ella sin levantar la vista del libro, le señalo la escota de la mayor y despues la vela misma.

La vela flameaba por la baluma, señal inequivoca de que no estaba correctamente cazada. Desato con cuidado la escota de mayor y la aflojo ligeramente hasta que la vela dejo de flamear, despues volvio a atarla como antes. El velero gano algo de velocidad gracias a este insignificante gesto.

Regreso junto a Mirela y ahora si se sento junto a ella, algo cansada.

Pasaron un rato charlando, y fue entonces cuando Mirela vio algo a lo lejos. Cerro el libro y escruto el horizonte con su catalejo de laton. Apenas se distinguia la linea de costa por estribor, pero si miraba fijamente hacia alli, entornando un poco los ojos, podia distinguir una pequeña columna de humo blanco.
-Bien- dijo ella plegando el catalejo de nuevo.
-¿ Bien por que?
-Donde hay humo hay fuego y gente y donde hay gente hay agua.
-¿ Agua? ¿ Para que quieres mas agua?- pregunto Luna confundida.
-Para beber ostia. Que te pensabas, ¿que un cuarto de los tanques nos va a aguantar hasta Francia?- solto una carcajada sarcastica- De verdad que a veces haces unas preguntas que...
-¿ Y la del mar?
-Que le pasa. Es salada y no se puede beber. Moririas lenta y agonicamente.
-¡ Pues sacale la sal o algo!- comento como si fuera lo mas obio del mundo.
-Si... Con magia, no te jode. Anda, dejateme de inventos raros y preparate.

Movio la rueda con un energico y calculado movimiento a la vez que Luna recolocaba las velas para el nuevo rumbo. El barco se rehuso un poco al principio, pero, finalmente cayo hacia estribor, enfilando hacia el origen del humo. Luna enrollo bien las escotas de los foques y volvio junto a Mirela.
-Calculo que esta a unas seis, siete millas. Llegaremos antes de que anochezca si el viento se porta.
-¿ Podre llevar el timon algun dia?
-Je, no es tan facil. Y menos con este viento- alzo la mano, como intentando sentir el flijo del aire- En el mediterraneo nunca agarre vientos tan fuertes.
-¿ Por que?
-Supongo que porque es un mar cerrado o algo asi. Sabes, alli casi no se notan las...
- Me refiero por que no me dejas cojer el timon.
-Ah. Bueno, cojer lo puede cojer todo dios. Otra cosa es saberlo llevar como debe ser. Tu, para empezar, no sabes ni los rumbos de navegación, ni las maniobras que se hacen con el timon.
-Pues explicame porfa- pidio.

La costa se acercaba lentamente. " Va, por que no. Total no hay nada ,mejor que hacer" Penso Mirela.
-Empecemos pues. Antes ibamos navegando a un traves, el viento nos " entraba" perpendicular al barco. Ahora, vamos a un largo muy abierto. Fijate ¿ Por donde entra ahora el viento?
-Por alli- respondio señalando a la aleta.
-Bien, muy bien ¿ Y como estan las velas?
-Sueltas, pero no del todo.
-Cuando entra el viento por la amura...
-Velas cazadas a tope- se apresuro a contestar.
-Pues eso es navegar de ceñida. Conforme vamos arribando, es decir llevando el viento a la popa, vamos soltando las velas hasta que quedamos empopados. Ahi es cuando usamos las velas cuadradas.
-¿ Que es arribar?
-Es una maniobra de timon muy simple. Solo hay que hacer caer la proa a sotavento, metiendo la rueda a babor o a estribor segun sea. Ahora mismo para arribar tendria que meter la rueda a estribor.
-¿ Hacia el mismo lado no?
-Exacto. Y luego esta la orzada que viene a ser lo contario, llevar la proa a barlovento. En este caso metiendo timon a babor. En los barcos con caña en vez de rueda se hace al reves.
-Entiendo.
-Sabiendo eso lo demas es sencillo. Virar de avante es hacer que el viento te pase por la proa y cambie de banda, orzar a matar vamos. Y virar de redondo es lo contrario, hacer pasar al viento por la popa arribando.
-Es sencillo¿ Con eso ya podria llevar el timon?
-Jajajajajaja. No.
-¿ Pero por que? 
-Esa es la teoria. En practica, un barco es un poco mas... que palabra busco... Ah si, tozudo. Tienen caracter, por asi decirlo, y creeme el Winter es un poco cabron a veces. Sobre todo con las novatillas como tu.
-¡ Como va a tener caracter un barco! Eso es imposible.
-Pequeños defectos en la construcción... Ajustes que se hacen con el tiempo... La misma vejez... Todo suma en un velero. Muchos de los marineros que han estado a bordo del mio dicen que es un mal barco. Y supongo que lo decian porque no eran capaces de llevarlo. Decian que deberia quitarle la " catapulta" y ponerle otro mastil a popa para equilibrarlo y tal... pero no hace falta. Es un buen barco y paso de transformarlo en una goleta.
-¿ Para que quieres una catapulta?
-Ah, para lanzar el avion, por su puesto- dijo señalando a la popa. En concreto a una estructura tubular blanca de varios metros de largo que cruzaba la cubierta diagonalmente.
-¿ El avi... que?
-El avion- viendo la cara de incomprensión de Luna añadio- Es una maquina que vuela...- dijo señalando al enorme trasto cubierto por la lona- es eso de ahi.
-Es un aerostato entonces¿ No?
-¿ Que? No, no es eso. Es mas pesado que el aire, sin cubierta y...
-¡ Entonces no vuela!
-¡ Si que vuela joder, ademas, yo se pilotarlo!
-Pues ale, vuelalo vamos.
-¿ Para que? ¿ Para gastar el preciado combustible? Funciona con gasolina sabes. Para que enseñartelo si total en un par de semanas te iras de aqui...
-Solo he visto gasolina una vez en mi vida. Me dijeron que valia mas que el oro. Sobretodo la fresca- dijo luna bajando el tono y la vista.
-¡Si, bravo! Vale un cojon de dios y es jodida de encontrar, efectivamente- estaba un poco cabreada por el tono de la cria- Solo me queda para unas doce horas de vuelo. Cuatro tanques llenos, mas o menos.
-Bueno, pues nada.
-Ya casi llegamos. Preparate para ponerlo en facha.

El origen del humo era una pequeña aldea costera de pescadores encaramada en un risco solitario en medio de una gran playa que desaparecia completamente al subir la marea. Estaban completamente aislados de todo alli arriba pues los gules nunca podrian trepar las paredes de roca verticales. En uno de los salientes de esa pared estaban ahora ellas despues de haber anclado el barco y de haber bajado al agua una pequeña lancha.

Los habitantes de esa isla eran el perfecto ejemplo de la pobreza y el abandono personal. Vestidos con ropas raidas y medio podridas presentaron el pueblucho a las visitantes como "A aldea do Nicolas", anque alli no habia nadie llamado asi. Hablaban un castrapo tan cerrado que hasta a Luna le costaba entenderlo. Se dedicaban a la pesca y al marisqueo; sus botes estaban colgados de unas gruas por encima de ellas.

Mirela fue al grano y les pidio agua, o bien un sitio donde pudieran obtenerla. Ellos no eran tan tontos como aparentaban y le pidieron algo a cambio. Pidieron madera y papel por la ubicación de un pueblo donde conseguir agua. Ella no lo dudo, total, para lo que pedian... Y con un par de velas de sebo se llevo tambien un poco de pescado y dos haces de las cañas que crecian en la zona.

Asi dos horas mas tarde el Winter Spirit lanzaba su herrumbosa ancla frente al estuario de un pequeño rio por el que descendian algunos bloques de hielo. Segun decian las cartas de Mirela aquello era la ensenada Da Areosa, y la ciudad se llamaba, segun decian los de la aldea de Nicolas, Rinlho.

Era un sitio colorido visto desde el mar, con las casas de piedra y cemento pintadas en multiples colores y con los tejados cubiertos de nieve. Al fondo del estuario habia un gran playon de piedras en el que se disponian los utiles de lo que parecia ser un astillero. Para comunicar ambas orillas habia un unico puente en la mitad del pueblo que era levadizo y estaba ahora levantado para permitir a un gran catamaran salir de alli. Habia gente por las calles, mejor vestidas que sus vecinos del oeste, mirando a los barcos que entraban y salian y a los pesqueros del puerto descargar sus capturas.

Luna penso que podrian visitar la ciudad con mas calma y comprar algunas cosas, pero la respuesta de su capitana fue tajante, no estarian alli mas de un dia y ademas la necesitaba a ella para cuidar del barco.

Mirela bajo a tierra en una pequeña lancha, remolcando cuatro enormes barricas vacias. Pasadas unas horas, cuando el sol ya empezaba a declinar regerso con ellas llenas.

Las fueron izando con un gran tangon, que hacia las veces de grua e introduciendo por un tambucho en la bodega de proa. Despues Mirela volvio a tierra y regreso al poco con la lancha a rebosar de leña. Era tal la cantidad que el pequeño fueraborda que tenia no podia apenas moverla.

Cargaron tambien la leña y prendieron la cocina. Gracias a una manguera, Mirela fue pasando el agua que habia tomado de una de las fuentes del pueblo a un tanque especial en la cocina donde se hervia y se filtraba con carbon activado. Despues la bombeaba a los tanques de almacenamiento situados en los bajos del barco. Eran mas de 44 arrobas, lo que equivale a 720 litros de agua.

Estuvieron ocupadas en esa operacion hasta bien pasadas las doce. Antes de irse a dormir Mirela dijo a Luna que descansara bien porque mañana tomaria el timon.

Comenzo a levantarse un fuerte viento del norte.

                                       . . . 

Al dia siguiente el Winter Spirit clavaba su proa en unas descomunales olas que lo zarandeaban como a un corcho, haciendolo saltar varios metros de cada vez. Olas bestiales que casi llegaban a la altura de la primera cruzeta del mastil cuando estaban en el seno de alguna de ellas. Parecia como si estuvieran navegando entre montañas.

En la cubierta, calada hasta los huesos por los constantes rociones, estaba Luna maldiciendo por lo bajo a los dioses del tiempo. Ya no tenia esperanzas de poder cojer el timon ese dia. Ahora se dedicaba a maniobrar las velas, con cuidado de que los continuos saltos no la tiraran al suelo. Tenian el foque acuartelado a babor para mejorar el equilibrio del barco.

Mirela, sentada a popa y ataviada con un chuvasquero guio el barco hacia mar abierto para correr la tormenta con mas seguridad. Ya tenia experiencia con los temporales, pero algo le decia que esa iba a se difente. Mantenia al barco en una ceñida cerrada para cojer las olas por la amura de babor.

El compas marcaba un rumbo de 35º.

Cuando la costa ya se perdia en la lejania llamo a su tripulante a popa con un silvido.
-Tienes mar de sobra para correr, pero no te pongas nerviosa- tenia que gritar para hacerse oir por encima del bramido del oceano- Mantenlo asi.
-¿ De que hablas?
-¿ No te dije que ibas a tomar el timon hoy?
-¡ Estas loca, con este tiempo!
-Un mar en calma no hace espertos marineros. Vamos tomalo- dijo soltando la rueda.

Dudo unos instantes y finalmente la agarro. Mirela se levanto entonces y le cedio la silla que hay junto al timon a ella.
-Tal y como vamos el barco se te va arribar solo asi que compensalo metiendo caña a sotavento. No mucho, un poquito, un te quiero de nada.

Luna obedecio, metiendo unos grados a babor. En ese momento el barco descendia la cresta de una de las olas a gran velocidad. De la proa se levantaron enormes chorros de agua que salpicaron toda la cubierta.
-Bien, joder- aplaudio Mirela- Mantenlo asi e intenta no coger los valles tan rectos. Ve mas suavemente, curvalo un poco.

El baupes se enterro y desaparecio de la vista en una ola que comenzaba a romper por proa.  El barco la remonto sin problemas, pero, nada mas llegar arriba el peso de la proa lo hizo bajar de una forma tan violenta que toda la popa y el timon quedaron fuera del agua por unos segundos.

Fue tiempo mas que suficiente para que el velero se atravesase al mar sin que Luna, que movia la rueda con violentos y asustados movimientos, pudiera evitarlo, comiendose una ola de costado que barrio la cubierta sin miramientos. El riesgo de volcar era muy elevado en esa situación.

Mirela, veloz como un rayo y conocedora del peligro que corrian echo mano al timon y con un par de movimientos lo volvio a colocar en ruta. A su lado una muy asustada luna no hacia mas que disculparse.
-No pasa nada. Es normal. Ya te dije ayer que el Winter tiene mal caracter.
-¡ No tiene mal caracter!¡ Es un puto cabronazo!
-Es cabron con las novatas. Pero a mi me respeta.

Luna suspiro profundamente. Antes de cederle el sitio a Mirela se quedo mirando a las olas romper por el costado, a las velas tensas por el viento que incide en ellas y a la espuma saltando por todos lados. Se calmo y dijo.
-¿ Puedo volver a intentarlo?

Continuara . . .
 






 










 

jueves, 1 de marzo de 2018

Viento, Vapor y Acero Capitulo Tres.

                           Capitulo III

                  Proa a mar abierto.

-Es sencillo- comenzo a decir Mirela- Como ya viste, la ciudad no esta en un buen momento. Simplemente tenia pensado dejarte aqui y adios, pero no, tengo una idea mejor.
-¿ Y cual es?
-Necesito a alguen que me ayude con el barco. Y no quiero contratar a un marinero proteston y que cobran una burrada- su voz sonaba grave y firme- Asi que tu eliges, quedarte en la ciudad hasta que todo se valla a la mierda o venirte en el barco, trabajando claro.
-¿ A donde?
-A las costas franchesas. Muy lejos de aqui.
-¿ Y que quieres a cambio?, porque no tengo...- Luna se asusto. No queria acabar como una esclava despues de todo.
-¿ Con que me ivas a pagar en Ferroum? Ya sabes, aquellos papeles que me sacaste.
-No son papeles, son mapas- dijo sacandolos del macuto.

Los dejo en la mesa frente a su intelocutora. Ella los tomo y comenzo a ojearlos por encima, tratando de ocultar su entusiasmo. Eran simples mapas de carreteras, tres diferentes: Uno de Galiza, otro de Iberica y el ultimo de Europra. No tenian nada de especial salvo que tenian anotaciones, tales como refugios, zulos, rutas seguras y demas. Debieron pertenecer a algun guia de peregrinos. 

A pesar de que tenian bastante valor por ser de antes de la guerra, Mirela lanzo un bostezo intentando sacarle algo mas a la cria.
-Tambien tengo esto...- dijo nerviosa mientras ponia sobre los mapas un libro encuadernado en anillas.
-Vamos a ver.

Lo tomo con cierto desinteres, e inmediatamente sus ojos se posaron en una palabra de la desvaida contraportada.

" Repsol"

Ya no fue capaz de seguir fingiendo. Lo abrio y ojeo, pasando las paginas a toda velocidad, con evidente entusiasmo. En el se podia encontrar de todo, e incluso mas, gracias a las anotaciones en los margenes o entre lineas. Mirela cayo en que era la misma letra que las de los mapas.

Mientras tanto Luna sonrreia. El brusco cambio de animo de su interlocutora no le paso desapercibido y sabia por experiencia que ya la tenia en el bote. Pero para su sorpresa cerro el libro, se lo devolvio y dijo.
- Esta bien...Pero vamos a comer. Despues les echare un ojo con mas calma.
-Vale- dijo aun sonrriente- Me parece bien.
-Entonces, ayudame con esto.

Encendieron una cocina de leña y Mirela empezo a preparar la tripa de pescado. Dio a Luna una jarra de barro y dos garrafones de piel y le ordeno que fuera a por agua. Por suerte habia una fuente en el puerto, no muy lejos. Luna se fue alli, tatareando alegremente.

Mientras esperaba a que se llenaran los garrafones escucho aquel irritante sonido de nuevo, auque ya no le dio importancia.

Para cuando volvio las tripas estaban casi listas y Mirela se afanaba en machacar las hojas de arbusto para cocerlas. Pidio que fuera poniendo la mesa mientras ella acababa. Al final fue Mirela la que puso la mesa porque ella no tenia ni idea de donde ivan los cuchillos, las servilletas o los tenedores.

Finalmente se sento delante de un plato mas o menos decente de tripa cocida aderezada con ajo y hojas de arbusto. Era la primera comida decente para ella desde hacia meses. Aunque comieron con avidez esto no impidio que entablaran una conversación.
-Bueno dime¿ Que hacias en Ferroum?- pregunto Mirela.
-Oh, ya sabes. Pasar la noche en el albergue y comer gratis en el convento- hablaba con la boca llena y salpicando trozos de comida por todos lados- Tenia pensado buscar chollo en algun bar, pero los malditos podridos me jodieron el plan.
- A ti y a todos...¿ Que ibas con un grupo de peregrinos o algo asi?
-No, yo voy por libre.
-Ah- contesto.
-Hace uno año y pico me largaron de casa- comenzo a decir- y me tube que buscar la vida como pude. Los mapas que te di se los robe a...
-No necesito saberlo- corto de mala manera- ¿ Que eres la hija de algun caudillo o algo?
-¿ Que? No, no- la pregunta la cogio por sorpresa. Tubo que disimular para que no se notara que mentia- No, madre mia, no. Solo soy hija de un agricultor y una alfarera- Sonrrio nerviosa- ¿ Por que lo preguntas?
-Por el abrigo. Aparte¿ De donde son tus padres? De galizia supongo.
-Pues supones bien, viviamos en un asentamiento costero al sur de aqui- dijo sin faltar a la verdad.
-Ah vale- se limito a decir, aburrida de aquella conversación.

                                         . . .
Ya era por la tarde. Despues de comer Luna frego los platos y Mirela entro al que llamo " Puente acorazado" a examinar los mapas con mas tranquilidad. Mientras tanto Luna valdeo la cubierta de pino con sal y vinagre, un aperitivo de la vida de marinera que le esperaba a bordo de aquel barco.

Mientras lo hacia observaba a la gente caminando por el puerto, todos recien llegados de Ferroum. Habia de todo, mecanicos ofreciendo sus servicios, aguadores con enormes botijos de terracota, los afiladores y su caracteristico silvido, maestros veleteros y carpinteros para parchear las embarcaciones mal paradas y como no mendigos y sacerdotes pidiendo limosna a los que Luna ignoraba obstinadamente. El humo de los motores viciaba el aire pero era mejor que el olor a pescado podrido de las lonjas cercanas. Un grupo de soldados paso por el muelle de al lado y por un momento temio que subieran a bordo, pero pasaron de largo sin mas, taconeando con sus botas metalicas.

Suspiro pesadamente.

La ajetreada ciudad era bien difente de su tranquilo pueblecito. Bragoña se llamaba y era uno de los mejores poblados de la Ria de Muros. Famoso por su hidromiel y por sus joyeros. Ni los dias de feria, en los que venian caravanas de todos los puntos de la zona, habia tanta actividad en las calles. Su padre siempre le decia, y no se cansaba de repetirlo," Hija, si atracas a alguien te dara todo lo que lleve en los bolsillos al momento. Pero si le vendes lo que necesita, entonces vendra una y otra vez a comprartelo." Aquella era su frase favorita. Y dejaba bien claro el por que la gente lo aclamaba como jefe.

Fue a fregar la proa del barco y vio algo que la dejo de piedra. El mascaron de proa era un esqueleto humano barnizado y clavado en la roda con los brazos abiertos en forma de cruz.

Aquello le dio tal mal rollo que frego la zono lo mas rapido que pudo y se pue a limpiar la popa. Alla solo habia un paquete deforme enorme cubierto por una gran lona gris. Alli limpio un rato hasta que Mirela subio a cubierta.
-Bien- dijo- Son buenos. Te llevare a la costa franchesa
-Genial¿ cuando marchamos?
-Pues...- comprobo la dirección del viento y asintio- Ahora, vamos a desatracar. Sientate y observa.

Luna obedecio y vio como la mujer soltaba los cabos y separaba el barco del muelle con un bichero.
-Que le den al cobrador de tasas- dijo con un gruñido.
-¿ Hay que pagar por salir?
-Pagar hay que pagar por todo- contesto- Malditos. Me sorprende que sigan viniendo...- el resto fue un balbuceo malhumorado.

Antes sin embargo llegaron los subalternos del comerciante de la mañana a reclamar la mercancia. Un par de jovenzuelos, naturales de la ciudad aunque demasiado pobres para vivir en los tuneles. Vestidos con un par de monos grasientos y dos guantes grises las miraban como si fuesen ganado y no paraban de escupir al agua. Mirela pregunto primero cuanto le pagaban. Ellos respondieron que eran los seis tapones acordados y ella acepto. Con una pequeña manivela fueron sacando el aceite de unas barricas a proa hasta llenar dos bidones. Se despidieron y se fueron.

Momentos despues comenzaron a desamarrar los cabos que retenian al Winter spirit contra el muelle. Mientras tanto, y cuando se hubo cercionado de que los dos empleados estaban lejos Mirela comento a Luna sonrriendo maliciosamente:
-Ya veras cuando vea que la mitad es porqueria y aceite usado de motor- solto una carcajada- mas de una arroba gratis.

Luna queria decirle que aquello no estaba bien, pero callo. A fin de cuentas no es bueno empezar asi un viaje. Continuaron con el desamarre como antes.

En cuanto el barco estubo libre en las aguas del puerto izo una vela a proa, conocida como contrafoque y despues de liberar la rueda del timon, guio al barco a aguas mas profundas. El ruido desconocido volvio a escucharse, aunque Luna ya no le daba importancia.
-Cañones- aclaro Mirela.
-¿ Que son que?
-Son los cañones de la refineria de diesel de Ferroum. Supongo que seguiran luchando.
-Entonces la ciudad aun puede salvarse- comento esperanzada.
-Que va. Con cada disparo solo consiguen atraer a mas cabronazos a su querida ciudad- su voz sonaba fria, como si no sintiera pena por ellos- Es inutil defenderse asi y demas lo tienen merecido. Por imbeciles.
-¿ Pero que han hecho?
-Je. Dejalo, no lo entenderias.

Luna se enfurruño por aquella respuesta. ¿ Acaso iva a tratarla como a una cria todo el viaje? Se sento dandole la espalda, muy enfadada.

Mirela no hizo caso a la rabieta y se concentro en izar la vela mayor. Una vez hecho esto el barco gano muchisisma velocidad y se inclino a sotavento, asustando a la cria.
-¿ Sabes algo de navegación?
-No.
-¿ Sabes  algo de los barcos?
-Bueno. Se lo que es la proa, la popa y... poco mas.
-Aj, valla mierda.- se lamento- Tenias que habermelo dicho antes joder.
-Lo siento- conetsto bajando la vista.
-En fin. Veamos, este es el Winter Spirit, un cutter aleman, de 20 metros de eslora... De largo. Es un buen barco, maniobrable y obediente, aunque quiza un poco testarudo.
-Aja.
-¿ Sabes como se llama a los lados en un barco?
-¿ Izquierda y derecha?
-¡ No!- grito, indignada-¡ Jamas digas eso aqui! En el mar es babor para la izquierda y estribor para la derecha.
-Vale, vale.
-Mas cosas, Uhm... Ya se. Este es un barco de vela, puede aprovechar el viento desde todas direcciones, pero no puedes ir de frente a el. En direccion al viento vamos.
-¿ Y entonces como se hace para ir al sitio de donde viene?
-Ciñes. Haces que el viento te entre por la amura, lo mas cerca a la proa que se pueda y vas dando bordos para un lado y para el otro.
-Valla lio- contesto Luna que no habia entendido nada.
-Vas a tener que aprender a llevarlo. Pero no hoy- ajusto algo junto a la rueda del timon y fue a bajo.

Una ola rompio por proa y el barco cabeceo suavemente. Por suerte Luna no es propensa a los mareos. Lo unico que el costaba era mantener el equilibrio, no como Mierla que se movia con soltura por su barco.

Observo la rueda por un largo rato, se estaba moviendo sola. No locamente, sino que estaba manteniendo el barco en un rumbo concreto.
-Vente vamos- dijo desde abajo- te enseñare el catre.
-Voy.


Continuara...