martes, 30 de mayo de 2017

El viaje del Friederick Parte Primera Busqueda y rescate Capitulo 5

Capitulo V

 El secreto.

La niebla cubrio los campos, el silencio se adueño de las pequeñas aldeas que salpicaban el paisaje agrario. Pazert aguardaba, paciente, tras el tronco de un castaño. El mosquete, cargado a su vera, tenia jalado a tope la llave de chispa.

 Listo para disparar.

Un poco mas abajo, junto al puente, su madre Katerina, oficial de artilleria, mantenia activos a los cañoneros. Les habia costado un  monton arrastrar  los cañones hasta alli desde Marin y Redondela, pero, podrian salvar la inminente batalla.

Pazert se quedo sorprendida cuando los vio por primera vez, unos troncos de madera, vaciados y reforzados con abrazaderas metalicas. Un artilugio sencillo, aunque, inperciso a tiro largo. Pero tenian pensado usarlo de cerca, con metrlla.

Podia ver como cargaban las piedras, los plomillos, los clavos... todo junto y para dentro de los cañones.

Sintio que alguien le tocaba en el hombro y se giro para ver. Era su padre, Friederick Hormeneich mas cubierto de ramitas que un arbusto.

-¿Crees que voy bien?- pregunto.

-Si te ve la "yaya", te deja fino vamos- suspiro- ¿como se te ocurre vestirte asi?

-Si no te ven, no te pueden acertar, piensalo, es logico...+

- Si y igual de logico es que en cuanto aprietes ese gatillo saldra mas humo que de los cañones- nego con la cabeza- tu intenta que no te maten.

El hombre se fue, recolectando mas ramas por el camino.

El general Morillo lo habia dejado claro. No debian dejar pasar al ejercito frances del mariscal Ney.

La diferencia era abrumadora, diezmil soldados de infanteria contra unos dosmil paisanos y naturales de vigo, apoyados por los ingleses y por la guerrilla. La idea de la defensa era esperar a que el galo llegase al puente, entonces veria que esta cortado en dos arcos demasiado tarde. Para cuando quisiera marchar los "canons de pau" de Katerina descargarian contra ellos y las tropas de a pie los mantendrian a raya para una segunda descarga de artilleria.

Si era listo, se retiraria al dia siguiente.

Un grupo de veinte hombres armados salio del recodo del camino, cruzo el puente salvando el hueco por un tronco y se dirigio al encargado de la defensa del puente el alferez Browne. Eran los de la gerrilla, y no traian precisamente buenas noticias...

Los franceses se acercaban a marchas forzadas...

El militar grito "¡A sus puestos!, compañeros, no les dejen cruzar!!!" y la frase fue secunada por varios vitoreos, si Napoleon queria Pontesampaio pagaria un alto precio...

Pasaron varios minutos hasta que escucharon varios millares de pies. Pazert se coloco tres pistolas cargadas en el cinturon, el sable de caballeria en su vaina y calo la bayoneta en el extremo del mosquete. 

Repitio en voz baja" El pueblo unido jamas sera vencido"

Y se encaro el mosquete, algunos soldados intentaban cruzar el Verdugo por un bajio cercano al puente. Los gerrilleros que estban parapetados alli debian evitar que flanqueasen a la artilleria del puente.

Apunto con cuidado, conteniendo la respiracion, a un franceses que recargaba desesperadamente su arma y disparo. Pudo ver como el hombre recibio el balazo mortal el el hombro izquierdo, se desplomo y se sumo a los demas cadaveres que 
flotaban en el rio.

Pazert, con calma, ajena al ruido de otros tiros y los gritos, extrajo de su macuto un cilindro de papel y modio el extremo duro, llevandose una bala, vacio parte de la polvora dentro del cañon, escupio dentro la bola que tenia en la boca. Apoyo el mosquete en el suelo y quito la baqueta, coloco un taco de papel en el cañon y lo apreto contra el fondo con la baqueta, clavo esta en el suelo, recogio el arma y, echo la polvora que restaba en la cazoleta y tiro a tope de la llave de chispa.

Habia tardado veinte segundos...

Volvio a disparar, esta vez contra un fusilero que apuntaba desde la orilla opuesta, vio como la bala le deshacia la cabeza, haciendo saltar sus sesos.

Recargo de nuevo.

Otro soldado cayo, de un disparo en pleno estomago.

No era la unica que disparaba desde ese margen del rio, aunque no por ello debia dejar de cubrirse de las balas contrarias, algunas hacian volar pedazos del tronco tras el que se cubria.

 Los aldeanos mantenian a raya a los que alcanzaban su orilla en un depravado conbate cuerpo a cuerpo con las heramientas de labranza. Alguno portaba un sable y  los mas afortunados tenian pistolas, pero: 

A esa distancia era mas seguro el acero que el plomo...

Ya iba siendo buena idea cabiar de posiscion, recogio su baqueta y su la mochila, corrio paralela al rio unos metros hasta otro empazamiento algo mas cubierto con troncos tirados. 

Ya habia recargado y se preparaba para disparar cuando escucho un estruendo indescriptible que la sobresalto.

-¡Lume carallo!!!- grito katerina.

Los cañoneros prendieron las mechas y las cinco rudimentarias piezas de artilleria dispararon casi al unisono. Causaron un incontable numero de bajas a los franceses. Apiñados como estavan en el puente eran presa facil.

La metrlla habia tumbado a cinco o seis filas de infanteria.

"Nada mal" penso Katerina.

-Recargen, ¡rapido!

-Si señora

Los galos intentaban tender un puente provisional sobre los arcos derruidos, los constructores realizaron un esfuerzo sobrehumano para tender un par de pasarelas. Los soldados que intentaban cruzar, eran rechazados a tiros y sus cadaveres tiñieron el rio de rojo. Los que llegaban hasta el reducto de artilleria morian en manos de guerrilas armados con tridentes y mosquetones. Las improvisadas tropas ya habian combatido en la reconquista de Vigo, la toma de Marin y el asalto a Pontevedra.

Los Igleses se dedicaban a tareas de logistica, suministraban armas y municiones a los gerrilas que se parapetaron a lo largo del rio. Algunos colaboraban activamente en la batalla y cayeron valientemente contra el invasor.

-Moverlos un chisco a dereita- tenia que gritar para hacerse oir- preparados para outra andanada!
 

Apunto con delicadeza. Disparo, y un grupo de doce franceses salto por los aires.

" Soy un hacha" penso Friederick.

Recargo y apunto a otro saco.

Los habia tirado a la mañana, polvora negra mezclada con fosforo y magnesio dentro de un saquito impermehable. Puestos en sitios estrategicos eran mas efectivos que cualquier cañon.

Disparo otra vez, y de nuevo volaron varias figuras.

Una explosion mas potente rio abajo llamo su atencion.

" Bien yaya, sigue asi"

Se levanto y cambio de posicion, se coloco detras de unas piedras a ras de agua, tambien estaba alli su hija, tumbada boca abajo, apuntando. Ella disparo su arma y un enemigo cayo muerto a lo lejos. El orgullo lleno a Friederick.

Cuando el apreto el gatillo, vio algo que le hizo temblar...

¡Veinte, no... mas, muchos mas... cañones franceses!
 Se estaban preparando para hacer fuego. El mariscal habia comprendido que con esos dados no cruzaria jamas el rio. Asi que decidio sacar a bailar sus veinticinco piezas de 12 libras para cubrir a la infanteria.

Contra ese giro, los defensores estaban al descubierto pues no tenian caballeria para cargar contra ellos, y ell rio se lo inpedia de todos modos.

Solo habia una solucion... y Pazert era conciente de cual.

Cargo nuevamente su arma, se levanto y al grito de " ¡A la carga, no dejeis que disparen!" corrio contra ellos.

Ningun infante puede mantener la posicionni la compostura contra tantos cañones martilleandolos sin descanso, los campesinos habian comenzado a retirarse hacia el bosque, cargando en hombros a los heridos. Fue entonces cuando vieron a una joven mujer enfrentarlos a la carrera, sin titubear siquiera.

No podian permitir que pasaran, no debian dejarles ganar, la decision fue unanime.


Corrieron tambien a por la artilleria.

En el rio, un numeroso contingente de infanteria que levantaba sus armas por encima de la cabeza, avanzaba con el agua por la cintura. Fue en ese momento cuando se escucharon gritos de todo el margen contrario y un gran numero de personas se lanzaron a la carrera a por ellos. A su cabeza una dama de pelo negro que empuñaba un mosquete.

Pazert arremetia contra todo lo que se pusiera delante de ella a golpe de bayoneta, si no acertaba el golpe, un cuchillo liso de caza completaba el trabajo. La suerte le fallo, un frances le sujeto firmemente por la cabeza y se la hundio en el agua. Forcejeo contra el, pero era mucho mas fuerte, no podria soltarse con facilidad y se estaba quedando sin aire asi que agarro una piedra del fondo y golpeo la rodilla de su enemigo, cuando el perdio el equilibrio, se levanto y golpeo repetidamente su cabeza hasta deformarla y matarlo.

A su alrededor varios hombres y mujeres combatian con pavor al invasor, el agua y  la espuma saltaban por todos lados por las granadas de los cañones, llevandose a muchos de ellos. Los gritos de dolor, de ira, de desconcierto competian con los bramidos de los cañones.

Saco un corcho del cañon de su arma y apunto a uno de los cañoneros. El disparo lo pillo justo cuando se disponia a tirar del estopin del arma. Otro ocupo su sitio y el cañon disparo igualmente.

Alcanzaron la orilla opuesta en el preciso instante que los artilleros se disponian a cargar metralla.No les dio tiempo a dispararlas cargas. Se enzarzaron en un conbate cuerpo a cuerpo, desesperado en el que los campesinos parecin tener ventaja.

-No! No tireis los cañones al rio- grito un oficial ingles- podrian sernos utiles luego...

Decidieron avanzar contra los refuerzos franceses, que llegaban desde el puente, asi aliviarian presion sobre el mismo.

Y a esto se disponia Pazert cuando recibio un impacto que le hizo voltear en el aire y caerse al suelo de espaldas. Quedo ahi tirada, aturdida, con un gran dolor en la cabeza. Podia sentir el corazon a cien saliendole del pecho.

Intento levantarse, pero, cuando quiso agarrar el mosquete con su mano izquierda sintio demasiado dolor, solto el arma y profirio un grito. 

¡Donde antes estaba su mano habia ahora un horrible y sangrante muñon a la altura de la muñeca!

La vision le hizo estremecerse, comenzo a marearse y a perder el conocimiento. No vio que un soldado se habia arrodillado junto a ella esgrimiendo un gran cuchillo...

 Entreabrio los ojos y vio el filo del arma a pocos centimetros de ella, no podia siquiera pararlo, era tal la debilidad que se habia apoderado de ella que no podia hacer absolutamente nada.

Una muerte triste e irremediable, a no ser que...

El frances recibio a la altura de la clavicula un bayonetazo y, aunque Pazert no lo oyo, sono un tiro que le pulverizo la cabeza.

Friederick desclavo su arma.

-Cariño!!, Pazert, por favor hablame, Pazert!!

Pero ella habia vuelto a desmayarse.

Cargo con su hija a hombros, cruzo el rio de nuevo y atraveso el bosquecillo aquel hacia el hospital de campaña.

-Es... sencillamente- penso en una palabra no muy fuerte- ¿interesante, quiza? 

-Acaso no me crees- dijo pazert frunciendo las cejas-¿ por que?

-No se... me estas diciendo que perdiste la mano en una batalla que ocurrio hace mas de mil años en la tierra, ¿ que pasa viajas en el tiempo?

-¿ Cuantos años me echas?

-¿ A que viene eso?- sonrrio- no mas de     ventitres¿ por?

-Tengo mas de los que podria contar- alimento el fuego con un tronco y, levantandose abrio el cofrecillo sobre el que habia estado sentada- mira, mira esto con detenimiento- le paso una foto vieja.

Fitgueral se sorprendio.

-¿ Esta eres tu?- Pazert asintio, sonrriente- Vale, ¿ y este calvo de aqui?

- Es Lennin...

-¿Estas de coña, verdad?

Le fue enseñando, bajo la atenta mirada de su tripulacion, varias fotos masen una con Roosvelt, en otra con Fidel castro, otra todos juntos con Obama, una con el general Patrick, precisamente  comandante de la primera escuadra de acorazados de materia oscura...

- Todos nosotros- señalo a toda su tripulacion- nunca envejecemos, nunca nos debilitamos por la edad, no nos sale ni una sola cana, no vamos ni pa´lante ni pa´tras. Estamos estancados, para siempre en nuestras vidas- tomo aire profundamente- Es una horrible maldicion.

- ¿Por que una maldicion? Daria lo que fuera por poder tener tal poder para...

-¿ Ver morir a toda tu familia, a tus hijos, a tus amigos- le interrumpio ella-¿ sabes lo que es eso, sabes lo que desespera el hecho de vivir mas que las personas que quieres? de no ser por ellos- señalo a toda su marineria- me hubiese pegado un tiro hace mucho.

-Bueno... viendolo asi... ya no es tan bonito- suspiro-¿ sois todos iguales?

-Somos una familia, no teniamos conocimiento mutuo hasta que nos conocimos en St. Petersburgo hace muchisimo, desde entonces solo nos hemos separado una vez... y ya volvemos a estar juntos de nuevo- mostro a su interlocutor una cicatriz redonda atravesada por una raya en el hombro- todos tenemos una destas.

- ¿ Y por que no lo remediais?- hizo el gesto de apretar un gatillo.

- No quiero saber cuantos tomaron esa decision, es escalofriante. Pero, como ya te he dicho, aunque no haya relacion de parentesco verdadera yo considero a la Yaya mi abuela, Hiro a Krust su hijo y demas. Somos un grupo unido en el que nos cuidamos mutuamente sin importarnos nada mas.

Cenaron venado asado, cortesia de la abuela de Pazert, Katerina. Habia llegado hacia ya dos semanas en un transporte militar, era sargento de la Federacion del Aguila. Una viejecita de aspecto adorable, pero con unos tonos y maneras propias del mas osado general.

Estaban tambien Walter, el electricista. Un aleman joven y delgado que siempre llevaba puestos sus guantes de goma. Trabajaba en una fundicion muy lejos de alli, con el sueldo que esperaba dedicar a su propia nave, habia comprado un pasaje a Urbings.

-¿ Cuando partis?- quiso saber el viejo militar.

-El acorazado ya casi esta, solo esperamos a que vengan mis hijos, Predat y Carts. Ojala que no les quede mucho para llegar- respondio Pazert.

El ex-capitan se quito la gorra y con tono calmado dijo a Pazert

-Me temo que no podran venir, lo siento.

Continuara...









 

 

 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario