domingo, 14 de mayo de 2017

Relatos Cortos

El Miedo

 El bosque era un lugar frio y lugubre, lleno de humedad, encogia el alma a todo el que osaba penetrar en sus limites. Llevaba tres dias corriendo sin descanso y para colmo el dichoso fardo, lleno de provisiones, pesaba como un condenado.

Asi pues, no pudiendo continuar su viaje, exausto,  decidio sentarse contra un pino para dormir. Dejo su Mauser Karl-98 a  la derecha y el fardo a la izquierda.

" Dormire unos minutos, nada mas" penso.

Nada mas sentarse, un sueño irresistible empezo a apoderarse de el. Sus parpados se comvirtieron en pesado plomo, que hacia imposible mantenerlos abiertos. Escuchaba el sonido de los arboles crujiendo, el zumbar del viento entre las ramas, el repiqueteo incansable del agua de un arroyuelo cercano.... No se oia, sin embargo ningun animal. El sol cedio  espacio celeste a la luna lentamente. La oscuridad se empezo a tragar el bosque al tiempo que el cielo adoptaba una gran variedad de colores. Las sombras invadieron todos los recobecos. Por entonces, el ya dormia profundamente, ajeno a todo.

Durmio...

Durmio tranquilamente...

Durmio como nunca antes habia dormido...

Se desperto bruscamente, echando una mano violentamente al fusil... Puede que fuese un leve rumor, un arbusto con la brisa o el crujir de alguna ramita, pero algo le habia despertado.

Retiro lentamente la mano, y agudizo el oido, intentando captar lo que habia escuchado antes.

No oyo nada...

Cuando se volvio a acomodar conta el tronco del arbol, escucho claramente el revolver de unas ramas a su derecha...

Fue totalmente instintivo, engancho el Mauser, acciono el cerrojo para introducir uno de los cinco cartuchos del deposito a la recamara, descorrio el seguro y se lo encaro. Notaba los fuertes latidos de su corazon en el pecho.

No veia nada.

Tenia un farolillo de benceno en el fardo pero ya era tarde, mierda!!! ¿por que no lo habia sacado antes? estaba tan cansado que no habia pensado en sacar ni su manta.

Escucho a su izquierda algo moverse.

Se giro y , sin pensarlo, apreto el gatillo.

El disparo retumbo por todo el bosque, gracias al fogonazo pudo ver por brebes instantes. Aun le pitaban los oidos cuando volvio a actuar el cerrojo y el caquillo humeante cayo al suelo.

Volvio a repetir el proceso, tres veces, las tres sin aparente resultado. Estaba terminado de cargar el quinto, y ultimo, cartucho  cuando noto a algo, por su espalda, que dejo el grueso abrigo de cuero, hecho jirones.

Extrajo su bayoneta del cinturon y la calo al frente del cañon del Mauser. Cuando se disponia a girarse hacia atras, algo le empujo violentmente contra el tronco del arbol, dejandolo atontado contra el suelo.

Pudo presentirlo, el sentir como algo se abalanzaba bruscamente contra el...

Por puro reflejo, levanto el cañon del fusil velozmente.

El movimiento del arma, cofirmo que algo se habia clabado en la bayoneta y, por los movimientos de la misma supuso que, lo que fuera que estuviera alli, seguia vivo.

Disparo el ultimo cartucho... y una masa de visceras y sangre le mancho el brazo, acompañada de un bronco grito.

El fogonazo le permitio ver a su atacante...

Lo que vio estuvo a punto de hacerle vomitar, su corazon se detuvo por unos instantes, aquello era verdaderamente...

Engancho el vital fardo con su brazo izquierdo y se levanto rapidamente, a todo correr, huyo de la zona, jadeando.

Rebusco en el fondo del saco y saco una stielhandgranate, la amartillo y la arrojo contra el lugar donde habia dormido.

Los segundos de  retraso del fusible se hicieron eternos. Por fin escucho la potente detonacion, mas potente que el propio Mauser. Le estremecio el corazon, sin embargo, el escuchar los horrorosos gritos de otras de esas...

Corrio varios dias has...

-Vamos, vamos...- le interrumpio Sergey, y dio un largo trago a su vaso- eso es pura patrañada, joder, es mas falso que la dentadura de mi abuela.

-¿De verdad no me crees, amigo?

-Es, como decirlo con delicadeza... ah si... demasiado fantastica¿quiza?- dio un puño en la mesa- por dios Grisha! que tienes diecinueve tacos, no te andes inventando mierdas¿ que pensaran tus camaradas de la gerrilla? te lo digo por tu bien, no te hagas el heroe, vuelve vivo.

-¿Siges sin creerme?- Su interlocutor solto un gruñido- Bien, pues mira.

Se levanto y ante la mirada interprerita de Sergey, comenzo a quitarse el abrigo, se levanto la camisa y le mostro su espalda.

Unas tres enormes cicatrices cruzaban su espalda, desde el hombro derecho a la cadera izquierda tenian la anchura de tres dedos mas o menos.

-Me cago en Dios!!!- el vaso se le escurrio de los dedos y se rompio contra el suelo.

FIN. 

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